Fin de capítulo para Harry y Meghan. Los duques de Sussex ponen un punto final como miembros senior del clan Windsor y comienzan una nueva vida. En realidad, para el príncipe y la exactriz estadounidense empieza una nueva etapa en la que a la presión mediática se le suman ahora otras preocupaciones, como la capacidad de generar sus propios ingresos para pagar sus costoso estilo de vida en Hollywood.
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El príncipe Carlos podría pagar hasta £ 2 millones para la protección del príncipe Harry y Meghan Markle durante su estadía en Los Ángeles, el nuevo hogar de los duques de Sussex. La generosa contribución del futuro rey de Inglaterra se produce luego de que Donald Trump se negara a cubrir los costos de seguridad de la pareja en el país.
El tabloide Daily Mail informó que Carlos acordó hacer una contribución privada" a los Sussex. No se revelará cuánto, pero se cree que ronda los £ 2 millones.
El dinero procedería de los ingresos que el príncipe de Gales obtiene del ducado de Cornualles, que cada año produce aproximadamente 21 millones de libras y que, en caso de que Carlos se convirtiera en rey, es probable que pasara a manos del príncipe William.
Por ahora, se desconoce cuándo se hará efectiva la aportación del príncipe de Gales a los Sussex, sobre todo si se tiene en cuenta que el hijo mayor de la reina Isabel II se encuentra en una delicada situación tras haber dado positivo en coronavirus. Fuentes oficiales declararon el lunes que el heredero al trono se estaba recuperando satisfactoriamente.
El fin de semana pasado el presidente estadounidense publicó un tuit en que el decía que su país no cubrirá el costo del dispositivo que vaya a garantizar la seguridad del matrimonio y de su hijo de 10 meses en en el país. ¡Tendrán que pagar!", decía al final del mensaje. Pero el portavoz de los duques respondió a los comentarios de la mandatario, diciendo: El duque y la duquesa de Sussex no tienen planes de pedir recursos de seguridad al Gobierno de los Estados Unidos. Se han hecho arreglos de seguridad con fondos privados".
El equipo de escoltas que acompaña a la pareja ha sido una fuente constante de problemas desde que anunciaron su decisión de desvincularse del núcleo duro de la monarquía británica. Oficialmente, Harry y Meghan ya no representan a Isabel II.
En febrero, el Gobierno de Canadá -donde se instalaron tras abandonar Inglaterra a finales del año pasado- anunció que dejaría de ofrecerles las medidas de protección a través de la Real Policía Montada, a petición de la Policía Metropolitana de Londres, debido al cambio en su rango.
El traslado de los duques a la Isla de Vancouver colocó al Gobierno canadiense en una situación única y sin precedentes, según la definieron fuentes oficiales, pero en aquel momento Harry y Meghan todavía contaban con el estatus de personas con protección internacional y, como tal, tenían derecho a recibir asistencia en Reino Unido o en el extranjero por razones de seguridad.